El presente artículo no pretende ser un documento técnico. Pretende mostrar al lector los dos principales patrones de crecimiento. Y nos referimos a crecimiento en cuanto a modelos de negocio. Por tanto, hacemos referencia a las curvas “tipo J” y “tipo S” y a sus variantes. Se les da dicho nombre dada la forma que muestran cuando se representan gráficamente.
La curva “tipo S”, es también denominada como sigmoide. Su representación parece una “S”. Este tipo de curva es la típica del crecimiento de un mercado.
Como puede observarse, existen tres zonas perfectamente diferenciadas. La primera es la de “arranque” o inicio. También llamada “introducción”. Está caracterizada por un crecimiento lento acompañado por un aumento de su velocidad. La segunda sería la zona central, también llamada de “crecimiento”. En esta aparece una disminución de la velocidad de crecimiento anterior, estabilizándose, y una posterior desaceleración. Por último, la tercera zona mostraría un estancamiento paulatino del crecimiento, alcanzándose el techo de capacidad. Esta zona también recibe el nombre de “madurez”
Este tipo de curvas son las más frecuentemente sufridas por cualquier empresa. La forma puede ser muy tumbada o muy elevada. Es decir, la empresa alcanza sus cotas muy tarde o muy pronto en el tiempo. De hecho, hay empresas que en un período muy largo de tiempo (años), no han llegado a alcanzar su techo.
Un caso habitual, con un horizonte temporal largo, es la aparición de una cuarta fase. La denominada de “declive”. En esta cuarta etapa la empresa comienza a decrecer. Momento en el cual es necesario introducir cambios. Buscando el inicio de una nueva “S” alcista.
Las curvas del “tipo J”, son aquellas que podríamos considerar como una particularidad de las anteriores. Es decir, recogen solo una parte del desarrollo. Y esta parte se centra fundamentalmente en las dos primeras etapas. Por un lado la etapa de “introducción” y por otro la etapa de “crecimiento”.
Por así decir, podría pensarse que la curva “tipo J” no son sino un “zoom” realizado en las primeras etapas de una “tipo S”. La experiencia invita a pensar que ningún modelo de crecimiento acepta crecimientos sostenidos en el tiempo. Podría analizarse el crecimiento poblacional. Siempre acaba ocurriendo un suceso que no solo detiene el crecimiento, sino que además termina por ser negativo. Así aparecen las “tipo J invertidas”, que muestran este tipo de eventos.
En realidad, todas las anteriores son casos particulares de la curva “normal” o de “Gauss” que a continuación se expone.
En NETIN, empleamos el análisis de modelos matemáticos de crecimiento. Y lo hacemos para valorar las estimaciones de los promotores. Y por ende de su coherencia, del grado de conocimiento del sector, del optimismo de los promotores, etc. Como indicadores adelantados del proyecto.